Tu abuela no se equivocaba cuando te decía:
“Bebe algo calentito”
Las bebidas calientes alivian el flujo nasal y los líquidos fluidifican.
Las bebidas calientes alivian el flujo nasal y los líquidos fluidifican.
“Haz vahos de menta, eucalipto…”
Abren las vías respiratorias y alivian la irritación de
garganta.
“Toma mucho ajo”
JAjajaj las abuelas no tenían miedo que fuésemos vampiros,
solo que eran muy sabias y sabían que ayuda al cuerpo a combatir la gripe y
otras infecciones.
“Menos tonterías y
más agua con sal”
Otra perla cargada de sabiduría: mezcla un cuarto de
cucharadita de sal del Himalaya y un cuarto de cucharadita de carbonato en una
taza de agua tibia. Vierte un par de gotas en cada fosa nasal, luego inclínate
hacia adelante para que escurra un poco y suena tu nariz suavemente y… ¡Adiós
congestión!
“No seas maleducad@ tápate la boca y/o nariz”
Sabias como ellas solas, sabían sin microscopio que si no se
hacía contagiabas al resto.
” ¡Tanta sacarina y
narices!!!! La miel es más sana”
Ellas ya intuían que la miel es un expectorante
natural que ayuda a eliminar las flemas,
y es útil para controlar y combatir las infecciones en la garganta, gracias a
sus propiedades antisépticas.
“Nada mejor que una
sopita calentita”
Algo que ellas sabían era que una sopa te hace sentir mejor porque reduce la
congestión y lubrica la garganta, aliviando la irritación.
Autora:Rosa Francés Cardona (Izha)
Acupuntora, MTC, hipnosis, Dietética y Nutrición.
Redactora en: http://www.enbuenasmanos.com/
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