No se
vosotr@s pero yo hay días que sin querer termino histérica.
¡Vamos,
lo que se conoce como: de los nervios!
A
veces por tonterías, que sin saber muy bien el motivo, te molestan y
enfadan y al final del día o de la semana el cúmulo de ellas te
hace perder los estribos sin motivo. Otras veces por el exceso de
trabajo/responsabilidades, niños, trabajo, tareas, diferencias de
opiniones…
En fin
que no siempre lucimos sonrientes y felices, aunque ese sea nuestro
objetivo.
A
veces sobrellevas una tarea inmensa con una sonrisa; la discusión
con tu jefe/pareja/hijos la redireccionas y dialogas sin ningún
problema y/o desaire y sin embargo un coche que no ha puesto el
intermitente te hace perder los estribos, llegando a insultar de
forma desproporcionada.
¿Acaso
no te ha pasado algo similar? Espero que si o sino me consideraré la
única y siendo así estaré un poco… jajajja.
¿Cómo
podemos canalizar toda esa ira, enfado, rabia, enojo, tristeza, mala
energía…?
Desde
luego el ir acumulando solo nos conduce a un estado en el que
explotaremos cual bomba atómica, arrasando con todo y con todos, sin
miramientos y lo que es peor sin motivos seguramente.
Además
las emociones mal reconducidas y/o calladas, nos enferman y a la
larga repercutirá no solo en nuestra cabeza, sino también en
nuestro cuerpo.
Así
pues llegados a este punto, vemos que lo mejor es liberar estas
emociones reprimidas, sanar nuestra mente y liberarla de toda esa
energía negativa.
Lo
ideal sería aprender a escuchar y dialogar sin alterarnos; esperar
nuestro turno para hablar y sobre todo no gritar; expresar nuestros
sentimientos de manera no conflictiva, sin acusar, sin alzar la voz.
Se pueden usar frases como:
“Me
siento enfadad@ por…”, “Me hiciste sentir…”
Otra
manera es escribir sobre ello, plasmar en papel o pantalla tus
sentimientos; conforme los escribes te iras dando cuenta que no es
tan grande el problema, que lo habías maximizado, que hay solución…
Y de paso soltaras esas emociones que te dañan.
Practicar
meditación, a través de la meditación se logra liberar las
emociones negativas y sanar alma y cuerpo.
Se
puede dialogar con nuestro enfado, ira, frustración,
tristeza…dialogar, indagar en el motivo, aceptar, reconocer y sobre
todo no anclarnos ante el/la. Se pueden usar frases como: “Se que
estoy enfadad@ por … y tengo motivos, sin embargo en realidad
estoy enfadad@, triste… no solo por ello”. Busca el verdadero
motivo y date cuenta cuanta energía y tiempo estamos perdiendo”.
No
pasa nada si no lo consigues, pues las emociones negativas son de las
más difíciles de reconducir, lo importante es intentarlo y volver a
intentarlo.
Piensa
siempre que las emociones son innatas al ser humano, su gestión
depende solo de cada cual y que desde luego hay que expresarlas. Poco
a poco lograremos nuestro objetivo.
AUTORA:
Acupuntora, MTC, hipnosis, Dietética y Nutrición. Regente de la Herboristería Herbasana de Canals Valencia.