Palabras surgidas dentro del contexto: CÍRCULO DE LECTURA Y ESCRITURA CREATIVA «ANIDADAS»
Hay días que siento mi cuerpo chiquito, vacío; como si
temiera algo y se encogiera hasta que pasa desapercibido y nadie le ve.
Sin embargo, hay días que siento que soy tan
grande, enorme y poderosa que me pierdo en mi inmensidad.
Ambos días soy la misma.
Ambos días me desperté, viví y trabajé como
siempre.
¿Qué los diferencia?
He descubierto que unos días intento ser la mujer
perfecta, la que trabaja, tiene familia, cuida de su hogar, la que cree que
tiene súper poderes y puede con todo. He descubierto que me exijo tanta
perfección que al final me hundo como una piedra lanzada en un charco y las
ondas en expansión me dañan y achican hasta hacerme desaparecer.
Sin embargo esos días en los que simplemente soy;
esos días en lo que me centro en respirar, en comer un helado de chocolate y
saborearlo sin prisa; esos días en los que miro mi cuerpo desnudo ante el
espejo sin juicios e incluso con agrado; esos días en los que rio por cualquier
tontería; esos días en los que no me importa tanto el ser una súper madre, súper
esposa, súper trabajadora... esos días en los que... no sé; realmente solo son
días en los que me cuido y me miro atentamente a mi misma antes que a los demás.
Esos días me veo como una hermosa flor de loto
naciendo de mi propio lodo, floreciente y brillante, bañado por el rocío de la
mañana. Esos días sé que brillo por mi misma y sin ser una súper woman, sé que
podré con todo, pues nada pido, nada exijo y yo misma todo lo soy.
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