jueves, 28 de octubre de 2021

El camino de la intuición

 Palabras surgidas dentro del contexto: CÍRCULO DE LECTURA Y ESCRITURA CREATIVA «ANIDADAS».

¿Visionaria e intuitiva o soñadora y loca?

Siempre he sentido atracción hacia ese mundo oculto, misterioso y a la vez tan natural como la vida.

Constantemente  temo las etiquetas de loca, soñadora, enajenada, pirada etc.

¿Cuántas veces he apartado mi parte intuitiva a favor de mi parte racional solo por miedo a una etiqueta?

Con los años, he descubierto que cuando me dejo llevar por mi parte intuitiva e irracional, todo fluye de manera espontánea; en cambio cuando me dejo llevar por la manera racional y como todo el mundo espera de mí, todo es mucho más duro y pesado.

No, no estoy diciendo que dejarse llevar por la intuición sea fácil, tal vez es al contrario, al menos al principio; solo estoy diciendo que al final sientes que es la forma correcta de fluir.

Sin embargo, durante todo este proceso de domesticación al que las mujeres hemos sido sometidas, me he incorporado tantas caretas, que a veces me es difícil saber cuándo me he desprovisto de todas ellas.

Aunque cuando lo logro me siento liviana, he dejado atrás todo el peso que cada cara lleva incorporado.

La cara de “no me importa” ante una “observación” sobre mi cuerpo.

La cara de “satisfacción” cuando una persona benevolente te "observa" que tu marido te ayuda en casa.

La cara de “poder con todo” ante mil y una tareas.

La cara de “tranquila no me molesta” ante una falta de respeto…

Cuando al final te quitas todas esas caras fariseas y te atreves a replicar, a decir lo que piensas y a ser simplemente, en ese mismo momento te tachan de desequilibrada y otras palabras que mejor no escribo.

No obstante, en ese mismo momento, empieza tu lado salvaje e intuitivo a liberarse; al principio son pequeños destellos luminosos, como los rayos antes del trueno; pero al igual que ellos, causan un gran movimiento en ti y sabes que no hay vuelta atrás.

Asusta mucho al principio, al mismo tiempo, miles de mariposas revolotean tu estómago y causan cosquillas placenteras que te hacen querer cada vez un poco más.

Luego, por suerte ese trueno que suena después de ese pequeño inicio de luz o rayo, es oído por otras mujeres que se acoplarán al proceso y te acompañarán en este camino de la intuición y la mujer salvaje.

Escrito por:
 Rosa Francés Cardona (Izha)
Acupuntora, MTC, hipnosis, Dietética y Nutrición.
Regente de la Herboristería Herbasana de Canals Valencia.

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