Mi duende mágico

Palabras surgidas dentro del contexto: CÍRCULO DE LECTURA Y ESCRITURA CREATIVA «ANIDADAS».

Cuando cierro los ojos y recuerdo mi niñez... en mis pupilas quedó una imagen para el recuerdo.

Me veo saliendo de casa con mis padres y diciendo:

-Espera, he dejado algo.

Entré de nuevo en la casa y le di un beso a mi pequeño enanito mudito (que me había regalado mi papá no hacía mucho) y me despedí de él, mientras corriendo volvía al lado de mis padres.

De nuevo, antes de salir por la puerta le grite:

-¡Adiós Mudito!

Y Mudito me guiñó un ojo.

Se lo conté a mis padres y ellos me dijeron:

-Sí, cariño, aunque solo es un muñeco de plástico; así que lo has imaginado.

-No, papá; Mudito es un juguete, pero cuando nos vamos el vuelve a la vida y es un duende mágico.

Volvieron a insistir en mi imaginación; cosa que me entristeció enormemente.

Cuando volví a casa, entre casi por encima de mis padres, de forma atropellada, en busca de mi Mudito.

Allí estaba él, quieto, con su sonrisa eterna de juguete, sin embargo no estaba en el mismo lugar que lo deje y yo comencé a gritar.

-Mudito está vivo, Mudito está vivo. No es un juguete como tú dices, es mi amigo.

Mudito me miro y sonrío solo para mí y mis padres se miraron y sonrieron para ellos.

Escrito por:  Rosa Francés Cardona (Izha) Acupuntora, MTC, hipnosis, Dietética y Nutrición. Regente de la Herboristería Herbasana de Canals Valencia.