Ya soy mayor
Hoy Pepa ya me ha llamado por enésima vez, la verdad es que a
veces me cansa, pero, en fin; la edad nos vuelve a veces insoportables je, je,
je.
¡Y dale, que no para de hablar, ya no se ni lo que me ha
dicho!
Mientras la escucho me detengo mirando mis manos ¡ostras,
cuantas arrugas! ¡Menos mal que llevo las uñas aseadas! Pues la verdad, llega
un momento que guapa no puedes estar, pues los años no pasan en balde, pero,
aseada sí. Y a mí me gusta llevar las uñas bonitas y el pelo aseado, ya que
pienso que así parecemos otras.
Todos esos pensamientos y más surcan por mi mente, mientras
pepa. “bla, bla, bla” sin cesar. Lo cierto es que me he perdido ya en la
conversación.
Cuando Pepa me dice:
-María, te tengo que colgar, que me acabo de dar cuenta que he
perdido el teléfono, supongo que me lo habré dejado en el baño.
¿Mande? Pienso, mientras le digo.
-Para Pepa, no cuelgues.
- ¡Sí, sí, que voy a buscar el teléfono!
-Para Pepa y piensa. ¿Con qué me estás hablando?
- ¿Cómo qué con qué te estoy hablando? Con el teléfono.
- ¿Entonces? Lo tienes en la mano.
- ¡Ja, ja, ja!
Al final terminamos las 2 con una carcajada al unísono.
Y yo me pregunto ¿será despiste o será la edad?
La verdad es que sea lo que sea, solo podemos reír y tomar las
cosas con humor; pues hoy es ella, tal vez mañana lo haga yo o incluso tal vez
seas tú. ¡Ja, ja, ja!
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