viernes, 25 de octubre de 2013

Leyenda de los humanos mariposa

Permite que te cuente que hubo un tiempo, donde se cuenta que junto con los humanos que nosotros conocemos, caminaban otros mucho más perfectos y hermosos, eran las mariposas humanas.
Humanos trasmutados, mucho más bellos y perfectos que los demás.
Aunque eran envidiados;  he de decir que esa belleza y perfección no estaba exenta de dolor, aprendizaje y sacrificio; algo que no todos los humanos podían realizar, solo unos pocos conseguían llegar a ello, muchos se perdían por el camino, muchos dejaban de luchar.
Desde la infancia resaltaban en sacrificio, humanidad, lealtad y demás bondades. Estas eran potenciadas por el consejo de mayores y sus padres.
Como ya he dicho eso ocurrió hace mucho, mucho tiempo, hoy solo se conoce por alguna leyenda de tribus remotas, que rememoran esos tiempos; tiempos de amor y paz.
En aquel tiempo los humanos eran hijos de la tierra y Gaia los cuidaba y amaba, pero sobre todo los bendecía con buenas cosechas.
Todos conocemos el proceso del nacimiento de las mariposas: de oruga  a crisálida y de crisálida a mariposa; este proceso es doloroso y no exento de sacrificio.
La oruga que se arrastra por la tierra debe de abandonar la seguridad de su hogar y un día de repente siente la necesidad de evolucionar y se encierra en su pequeño capullo, donde no sabe qué ocurrirá; hasta que un buen día amanece hermosa, llena de colores y despliega sus alas.
Este mismo proceso es el que pasaban los humanos mariposas;  la necesidad imperiosa de cambiar, evolucionar, mejorar les llevaba a encerrarse por meses en su propio capullo, donde meditaban y meditaban hasta completar su trasformación y poder desplegar sus alas camino del azul del cielo; esas alas admiradas por sus hermosos colores y su delicadeza.
Entre el cielo y la tierra, así se podría describir su vida; corazón humano, alma celeste.
El mundo funciono bien, mientras ellos y ellas fueron respetados y oídos, pero pronto el odio y la envidia de aquellos que quedaron gusanos en la tierra y de los humanos normales, hizo desatar una guerra; donde no tenían nada que hacer, pues su corazón no podía albergar odio, ni maldad.
Esto fue la causa de su exterminio, Gaia sigue llorando muchas noches la muerte de sus hijos mariposas; pero como toda madre sabia guarda una baza escondida. Según cuentan estas historias unos huevos quedaron escondidos en las entrañas de Gaia y ella esperaría el momento ideal para poder de nuevo hacer crecer a sus hermosos hijos, hijos de bondad, hijos de sabiduría y paz.
Es más, cuentan las historias que este momento no hace mucho que llego; pero Gaia en su inmensa sabiduría no deja que sus alas sean visibles hasta que llegue de nuevo su tiempo, de momento esparció sus huevos y l@s nuevos niñ@s nacieron humanos y de humanos normales y poco a poco empezaran de nuevo a evolucionar hacia la perfección, para volver a su hogar, para vivir de nuevo entre el cielo y la tierra, amando a su madre Gaia y su padre el Universo.
Tal vez tú conozcas a uno de esos niños e incluso algún adulto se rumorea que hay; son personas especiales incapaces de albergar rencor, inteligentes, pacificas y sobre todo espirituales.
Seguro que si te paras, reconocerás a algún@ de ell@s: cuidale, potencia sus facultades y sobre todo dale amor y cariño.

Y… si de repente te reconoces a ti mism@, no te asuste, no estas loc@, todo forma parte de tu propia evolución, estas abriendo un camino nuevo y especial.


Acupuntora, MTC, hipnosis, Dietética y Nutrición.

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