Por aquel tiempo creía que el amor lo era todo y que yo lo
sabía todo.
Creía que los ojos eran el espejo del alma.
Que la luna era la mensajera de nuestro amor.
Que la noche nos convertía en amantes eternos.
Y que tú... tú, lo eras todo.
Pronto descubrí que tu sonrisa solo era una máscara con la que
engañarme.
Que tus ojos fingían mirarme mientras apuntaban hacia otro
lado.
Que la luna brilla cada día sin importarle mis sueños.
Y que la realidad era tu aliada para esconder tus mentiras.
Autora: Rosa Francés Cardona (Izha) Acupuntora, MTC, hipnosis, Dietética y Nutrición. Regente de la Herboristería Herbasana de Canals (Valencia). |
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