La bebé, se supone que tenía que estar ya dormida.
La casa estaba en silencio, siendo este sólo roto por el sonido de una televisión a lo lejos, que debía tener un volumen inusitadamente alto; las luces apagadas.
No era raro verla deambular por la casa sin encenderlas, tenía cada cosa situada en su mente y nunca tropezaba; apenas algún rayo de una farola muy lejana entraba por la ventana…
Cuando la niña rompió a llorar de forma inconsolable, entró en
la habitación y comenzó a acunarla ¡era una sensación tan agradable tener a un
bebé en brazos!
Cuando cerraba los ojos se imaginaba así, con la pequeña en
brazos, acunándola y oliendo su perfume a bebé.
¡No podía ser más feliz! Su sueño de ser mamá era ahora real.
¡No podía ser más feliz! Su sueño de ser mamá era ahora real.
Allí en la mecedora, dejo de llorar y sin saber cuándo se durmió
con ella en brazos, hasta que un viento gélido inundo la habitación. Era
extraño y más en septiembre, pero no prestó mayor atención, entonces se dio
cuenta:
La niña la miraba con ojos vacíos, tenebrosos y penetrantes; con una sonrisa glacial la atravesaba. Sin embargo no prestó mayor atención, sólo
parecía preocuparse del frío de la habitación, solamente pensaba en arropar a la
pequeña, parecía una habitación de hielo, al acercarla a su cuerpo para darle
calor…
Su bella niña se transformó en… ¿algo?
No pudo pensar, solo sentir como la vida le era arrancada por aquel ser maligno, sin poder reaccionar, sin poder pedir auxilio, sin poder hacer nada.
No pudo pensar, solo sentir como la vida le era arrancada por aquel ser maligno, sin poder reaccionar, sin poder pedir auxilio, sin poder hacer nada.
Al día siguiente los servicios sociales, se llevaban a la
pequeña.
-“¡Uff, pobre niña! Su madre murió en el parto y esta es la segunda
vez que es dada en adopción, su primera madre adoptiva enloqueció e intento
matarla y esta pobre mujer ha muerto sin haber estado nunca enferma de un
ataque al corazón con el bebe en brazos. ¡Pobre niña!”
-“Si es una pena, pero por suerte he oído que hay una familia
cerca de aquí dispuesta a adoptar a la pequeña; así que la vida le da una nueva
oportunidad.
Mientras hablaban no se fijaban en como aquel bebé, volvía a
entornar sus ojos vacíos y penetrantes al tiempo que una sonrisa gélida
adornaba su boca.
Autora: Rosa Francés Cardona (Izha)
Acupuntora, MTC, hipnosis, Dietética y Nutrición.
Tienda on-line: http://herboristeriaherbasana.es/
Redactora en: http://www.enbuenasmanos.com/
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