ANA NO ESTAS SOLA
Ana, al final de sus días.
Ana limpiaba escaleras sin parar, para darle estudios a su
hoy ausente hija.
Apenas le detectaron alzhéimer, la “aparco” en la residencia
y de su linda niña, nunca más se supo.
Ana falseaba la falta de visitas con disculpas
sobre exceso de trabajo y responsabilidades de su amada hija.
Ana, al final de tus días; te cojo la mano y acaricio,
mientras dices:
-“¡Mi pequeña, te quiero!”
-“¡Si mama!” Susurro a tu lado en mi guardia.
Ana, al final de tus días; mi mano entre la tuya.
Acupuntora, MTC, hipnosis, Dietética y Nutrición.
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