Heme aquí:
Mujer, fuerte, valiente, independiente,
capaz, autosuficiente, inteligente e individualista.
Toda la vida siendo la más fuerte e
independiente.
Siempre adelante, sin decaer, ni en las
más duras batallas.
Y me olvide de lo más importante.
Me olvide de quien soy realmente; no de
lo que soy, que acabo de decirlo; sino de lo quien soy de forma innegable y de
lo que tú eres también.
Soy, eres y somos:
Amor.
Y lo olvidamos, nos creemos que podemos
con todo, que la vida es una lucha constante, que vencen los más fuertes y los
más valientes.
Y resulta que esto es solo una falacia.
Somos amor, Amor en mayúsculas, amor
elevado a la más alta potencia.
Y recordando quienes somos en verdad:
Nada necesitamos, pues nada nos falta.
Nada queremos, pues todo lo tenemos.
Nada anhelamos, pues todo lo somos.
Solo debo/debes/debemos depositar
nuestra mirada y confianza en Él.
Olvide que la única forma de vencer esta
batalla no es luchando, ni siendo la más fuerte y valiente; la forma singular
de vencer esta batalla es dejándote ir, abandonándote a Él, dejarte llenar de
amor, olvidarte de todas las supuestas batallas en las que estás envuelto y
viviendo desde el amor.
No pasa nada si tropezamos, si nos
equivocamos, si olvidamos...
Solo cerramos de nuevo los ojos,
respiramos y nos dejamos inundar de su amor de nuevo.
Enjuaga tus lágrimas de culpa y sonríe a
la vida y el amor, pues eres hijo de el.
Acupuntora,
MTC, hipnosis, Dietética y Nutrición.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario