miércoles, 20 de mayo de 2015

Terremoto en el Castillo de Montesa


Transcurría el 23 de marzo de 1748 del tiempo de nuestro señor, era primavera; época de floración, lluvia y alegría.
Todo parecía sonreír en aquel pequeño y sólido emplazamiento,
Demasiado bueno para ser cierto!!!!
A la hora de maitines (6,15 de la mañana) los frailes del castillo se percataron de como la tierra se abría a sus pies; los muros de sólida piedra caían a su alrededor y sobre ellos.
Un poderoso estruendo quebró el cielo, parecía que este se despedazara; el pánico se adueño de ellos. 
Durante 2 largos minutos la tierra tembló, el polvo cubría todo y apenas lograban vislumbrar nada, los más afortunados pudieron ponerse a salvo en el patio del castillo; aunque ni siquiera ellos eran conscientes de su fortuna, pues solo alcanzaban a oír los gritos angustiosos y suplicantes de sus hermanos.
Los caballeros que dormían en la parte baja del castillo fueron más afortunados y muchos pudieron poner pies en polvorosa; otros murieron aplastados por las rocas desprendidas de la montaña y los silares de los muros.
En el pueblo la desesperación no era menor, la población de mayoría humilde y campesina, era presa del pánico y corrían sin saber muy bien donde.
Los frailes que sobrevivieron lograron salir del castillo con cuerdas, pues la entrada estaba taponada.
Cuando volvieron a dar cristiana sepultura a sus compañeros y reconstruir el castillo no eran conscientes que seis días después tendría lugar una replica del seísmo y solos 2 sobrevivirían.
Cuando de nuevo se desprendieron torpemente y con prisas por los muros y las rocas sobre las que estaba emplazado el antaño robusto y hermoso castillo, emprendieron camino, sin atreverse a volver la mirada atrás. Tal era el miedo que les atenazaba que dejaron los restos de sus compañeros desparramados por la fortaleza sin siquiera darles cristiana sepultura; pues estaban convencidos de la intervención del maligno.
Nunca más volverían a aquel lugar maldito que antaño llegaron a llamar hogar;  había sido un castigo divino; castigo tal vez merecido, pues tras sus muros quedaron enterrados todos y cada uno de los secretos de una gran Orden, tal vez compuesta por sobrevivientes de los Templarios; aunque la historia lo omita y hable de su descendencia de la Orden de Calatrava, Orden formada por Juan II gracias a los bienes de los Templarios; lo cierto es que ya no podremos saberlo, este y muchos otros secretos quedaron enterrados bajo los restos del emplazamiento.

  
El terremoto duró 2 minutos y tuvo una magnitud de 8-9 en la escala de Richter. Aún hoy se pueden observar los efectos del seísmo y en la falda de las montañas las fisuras producidas por el movimiento telúrico.  
El Castillo de Montesa se encuentra en la parte norte del valle del mismo nombre, en la Comarca de la Costera; en la Comunidad Valenciana; España.



Acupuntora, MTC, hipnosis, Dietética y Nutrición.

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