martes, 26 de mayo de 2015

Beso de almas

Acostada sobre la cama no te oí entrar.
Sin embargo cuando te inclinaste sobre mi frente y plantaste en ella un beso, dulce y cálido como la miel; solo alcance a sonreír y ante la sorpresa y placer me negué a entreabrir mis ojos y mirarte.
Tu boca se deslizo suavemente hacía la mía, mientras al mismo tiempo me abrazabas con ternura y amor.
La pereza y el placer hacían que me negara a mirarte directamente a los ojos, pues tampoco lo necesitaba.
Mis labios sentían tu sabor y mi cuerpo tu calidez embriagadora.
El tiempo se detuvo; me negaba a despertar, pues sabía que mis ojos no te verían, que en el mismo instante que volviese a la realidad ya no estarías, que solo eras parte de un sueño del que no quisiera despertar.
Ya no se si el sueño donde nos encontramos es real y mi vida un sueño o al contrario.
No distingo tu cuerpo junto al mío, sin embargo si distingo tu alma.
No es pasión, es paz.
No son cuerpos, son almas.
No es tiempo, es calma.
Ya no discierno que es sueño y que es vida.
Me atormenta no volver  a esta realidad paralela donde nuestras almas se funden en una sola.
Me atormenta no volver a encontrarte.
El vértigo me invade al despertar cuando mi alma y mi cuerpo vuelven  a ser.
Durante unos instantes me niego a despertar, intentando retenerte en mi memoria y no dejarte pasar como un sueño fugaz.


Acupuntora, MTC, hipnosis, Dietética y Nutrición.


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