Artículo publicado en:https://www.mindalia.com/
El aborto (sanación desde la perspectiva energética)

Desde el mismo instante que una mamá sabe que está embarazada,
unos lazos emocionales le unen a su bebe (a veces incluso antes de saberlo,
ella ya los intuye).
En un aborto, un vacío tremendo se crea en nuestro útero, nuestro
nido/recipiente/cuna, donde nuestra pequeña semilla de amor* debería de
germinar.
*Semilla de amor: incluso si este bebe fue creado sin él; al
anidar en nuestro útero se crean raíces sagradas de amor, incluso sin ser
conscientes de ello.
Emocionalmente un aborto (natural o inducido) es devastador:
Saber que has perdido, sin embargo no saber a quién has
perdido.
No hay bebe, no hay cuerpo, no hay tumba… Solo hay tristeza,
vacío, frustración, miedo, frío, soledad…
El primer paso para sanar las huellas dolorosas que se han
imprimido en el alma femenina, sería perdonarse ¿perdonarse? ¡Sí! La mayoría de
las madres se auto-inculpa por la pérdida; es normal tener dudas, miedos,
deseos… fueren cuales fueren, hay que perdonarse. Nadie te culpa,
Dios/Universo/Creación no son moralistas, ni juzgan ni condenan, el alma de
nuestro bebé, no queda a la deriva, ni abandonada; volverá a tener otras
oportunidades para encarnar, experimentar y aprender.
Hay que permitirse pasar
el duelo; el despedirse, soltar, comprender; es primordial para alcanzar la
comprensión y aceptación del suceso; algo complicado a veces, pues no hay
cuerpo visible a quien velar, llorar y/o enterrar.
Es importante en todo proceso de duelo la figura del funeral,
tal vez, leyendo esto te des cuenta que nunca lo has hecho; tal vez, han pasado
años, décadas… tranquila, aún es tiempo, puedes hacerlo; hazlo como lo sientas.
Te doy algunas ideas (que sean válidas para mí, no quiere
decir que no puedas hacer otras, lo importante es que lo sientas).
Puedes visitar una tumba común en un cementerio y dejar flores
en memoria de tu amado bebé.
Puedes coger una mantita suave y envolver a tu pequeño simbólicamente
y depositarlo en un lugar hermoso de tu casa donde hayas hecho un altar con
velas, incienso, flores, fotos de tu familia…una vez en el altar despídete de
tu peque con palabras de amor y dejándole partir.
Puedes acariciar la zona donde anidó (tu útero) y mecer tu
cuerpo, también yacer en postura fetal ayudará a reconfortarte (tápalo con una
mantita, para evitar enfriarte).
Permítete hablar del tema, sé sincera y no temas pedir que te
abracen.
En realidad solo el amor sana; no temas y permítete darlo y
recibirlo. Comparte tu experiencia desde el amor, da paso a la luz y permite también
a tu bebe recuperar su esencia dejándole partir.
Un “error” frecuente es buscar rápidamente volver a quedar
embarazada para “suplir” ese vacío, incluso muchísimas veces el bebé que nace
después, nacerá por las mismas fechas e incluso tendrá el mismo sexo y también
le pondrán el mismo nombre; esto en realidad debería de evitarse, pues añadimos
unas cargas a este bebé que acaba de nacer que no son suyas. Si ya lo hiciste
no te culpes, solo hiciste lo que creías que era mejor; solo concede a cada
hij@ su lugar, sin dejarle en el olvido, sin magnificarle, solo dejándole ser.
Acupuntora, MTC, hipnosis, Dietética y Nutrición.
Redactora en: http://www.enbuenasmanos.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario