miércoles, 15 de octubre de 2014

Mi tarro de dulces momentos

Recuerdo de pequeña a mi madre siempre con los “dichosos papelitos”.
Cada vez que venía del cole y le contaba que había tenido buena nota, que me habían cogido para la obra del cole, que tenía una nueva amiga… Allí estaba ella con su papel escribiendo.
Creo que siempre la recuerdo escribiendo pequeños papeles ¡la verdad es que me ponía de los nervios!
Incluso el día de mi boda, el día de mi graduación…
¡Es que no sé, cuando la recuerdo sin escribir alguna tontería!
Hace unos meses que murió mamá y al fin me hice el ánimo de volver a entrar en casa; en la casa donde durante tanto tiempo viví y crecí.
¡Así que hoy al fin, me he puesto manos a la obra!
¡La casa esta tan fría!
Cuando he llegado a su cuarto ¡Tan vacío, tan triste sin ella! No sabía por donde empezar.
Así que me he metido en el vestidor y he empezado a apartar su ropa nueva, para reciclarla y donarla; de la vieja, para poder tirarla.
En ello he estado casi toda la mañana, una vez vacío el vestidor he observado un pequeño baúl en el suelo, lo he abierto intrigada y allí…
Al principio no sabía que era solo veía un tarro de cristal grandísimo lleno de papeles.
Intrigada he abierto el tarro y he cogido un papel tras otro:
25/05/1975 mi pequeña toma hoy la comunión, está encantada con su  vestido blanco, parece una princesa de cuento.
02/12/1999 mi hija me ha comunicado hoy la decisión de casarse con Juan, estoy encantada, me parece un gran chico, seguro que son felices.
27/11/2006 nace su pequeña, mi primera nieta, se llamará

Andrea, es preciosa, igualita a su mamá cuando nació ¡Gracias por todo Dios!
06/10/1978 estoy muy contenta, mi niña del alma ha conseguido ser seleccionada para la prueba del papel principal del fin de curso, seguro que lo consigue, no para de ensayar en todos los sitios.
02/06/1970 hoy a la hora de dormir mi pequeña me ha abrazado y dicho que me quería mucho, lo mismo que a papá que la cuida desde el cielo; he salido llorando, me siento tan orgullosa de ella, es todo amor.
16/02/1951 hoy la abuela ha cocinado arroz con pollo, creo que es el mejor del mundo.
No pude continuar sin llorar, así papel tras papel estaba la vida de mi madre, de mi padre, mía…de toda la familia.
Todo eran noticias buenas, no encontré ningún reproche, ninguna mala noticia, nada.
Y eso que su vida fue muy dura.
Mama siempre fue una luchadora, su madre la abandono de pequeña y la dejo con su abuela, esto la hizo tener que luchar y trabajar mucho, pues eran tiempos duros después de la posguerra, tiempos donde la comida escaseaba.
Ya de adulta su vida tampoco fue fácil; quedo viuda joven, conmigo a su cargo y sin ayuda; con lo que tuvo que trabajar día y noche; aunque nunca se quejo.
Tal vez por eso solo guardaba buenas noticias, su vida ya había tenido bastantes malas noticias.
Así, ese día descubrí que la manía que yo tanto odiaba, era una manera de atesorar pequeños momentos, momentos que se escapan de nuestra vida, momentos que tal vez no volverán y que vale la pena recordar.
Gracias a ella rememore momentos muy hermosos de mi vida, momentos a los que casi no había prestado atención, que estaban casi olvidados.

A partir de hoy he decidido seguir con mi propio tarro de recuerdos dulces, para que algún día mi hija los lea y recuerde con el mismo cariño que yo, a su madre. Y dejaré de lado los momentos amargos; esos, los dejare pasar.

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