jueves, 14 de septiembre de 2017

Vuelve al infierno

Esta obra ha sido elegida en el Concurso de relatos" Historias de suspense o terror" de Letras Con Arte y forma parte de la antología que lleva el mismo nombre.

Para esta ocasión se han presentado 1002 relatos y han sido seleccionados 170 para ser publicados. Este es uno de los publicados de septiembre de 2017



En mi recién estrenada viudez estaba tranquila y asimilando la nueva etapa de mi vida; cuando comencé a soñar con él. ¡Juan había decidido no dejarme en paz ni en sueños!
En sueños, intentaba agarrarme pelo, ropa... Cada día dormía peor y temía la noche. Las personas de bien, al ver mis ojeras pensaban en mí, como una desconsolada viuda añorante de su esposo.
Esa noche me agarró por la espalda; pese a estar aterrorizada me voltee y plante cara (sabía que era un sueño). Él respondió con voz cavernosa y arrastrante:
-¡No pienso dejarte en paz, purga mis penas por mi, de ti depende, te atormentare todos los días de tu vida y hoy ya te he cogido!
Desperté asustada y empapada en sudor, deseché todo temor pensando que debía dejar atrás esta locura y comenzar de nuevo.
Ya en la ducha frotando la espalda, la sentí dolorida y creí morir al ver en ella un arañazo que la cubría toda.
Esa noche y las siguientes fueron igual o más terroríficas, temía más el momento de dormir, pasaba las noches chutada de café, intentando no dormir, en cada pequeña cabezada aparecía Juan amenazante.
Aterrada sin rumbo, acudí a la iglesia y en ella vi un altar lleno de velas con un cartel que rezaba: “para las ánimas”. Encendí una de esas pequeñas luces expectante.
Esa noche pude descansar algo, de nuevo apareció en mis sueños.
-¡Maldita zorra! Eres corta hasta para esto ¿tanto tiempo necesitabas para encender una luz? Vuelve de nuevo mañana o te acordarás de mí.
Al día siguiente presurosa acudí y volví a encender la luz, arrodillada y sin parar de rezar, solo deseaba estar tranquila; sin embargo un pensamiento comenzaba a apoderarse de mi mente ¿cómo podía semejante cerdo maltratador, salvarse? ¡Maldita sea, hasta muerto seguía golpeándome e insultándome de forma impune!
Desesperada, me alce, de un soplo extinguí la luz que encendía para él, lo imagine revolviéndose en su tumba, presto a venir por mí, aterrorizada y enagenada apagué el resto de luces encendidas murmurando:

-Juan es el culpable.
Esa noche en sueños apareció Juan furioso, tan cerca que sentía su aliento putrefacto sobre mí.
Alzó su mano sobre mí y... antes de tocarme... decenas de almas se abalanzaron sobre él (las luces que apagué) dispuestas a recuperar su luz y enviarle al averno toda la eternidad.
Ese día volvió donde pertenecía:
Al infierno.
Acupuntora, MTC, hipnosis, Dietética y Nutrición.

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