Esta obra ha sido elegida en el Concurso de relatos" Historias de suspense o terror" de Letras Con Arte y forma parte de la antología que lleva el mismo nombre.
Para esta ocasión se han presentado 1002 relatos y han sido seleccionados 170 para ser publicados. Este es uno de los publicados 4 de septiembre de 2017
En mi recién estrenada viudez estaba
tranquila y asimilando la nueva etapa de mi vida; cuando comencé a soñar con
él. ¡Juan había decidido no dejarme en paz ni en sueños!
En sueños, intentaba agarrarme pelo, ropa...
Cada día dormía peor y temía la noche. Las personas de bien, al ver mis ojeras
pensaban en mí, como una desconsolada viuda añorante de su esposo.
Esa noche me agarró por la espalda; pese a estar
aterrorizada me voltee y plante cara (sabía que era un sueño). Él respondió con
voz cavernosa y arrastrante:
-¡No pienso dejarte en paz, purga mis penas por mi, de
ti depende, te atormentare todos los días de tu vida y hoy ya te he cogido!
Desperté asustada y empapada en sudor, deseché todo
temor pensando que debía dejar atrás esta locura y comenzar de nuevo.
Ya en la ducha frotando la espalda, la sentí dolorida
y creí morir al ver en ella un arañazo que la cubría toda.
Esa noche y las siguientes fueron igual o más
terroríficas, temía más el momento de dormir, pasaba las noches chutada de
café, intentando no dormir, en cada pequeña cabezada aparecía Juan amenazante.
Aterrada sin rumbo, acudí a la iglesia y en ella vi un
altar lleno de velas con un cartel que rezaba: “para las ánimas”. Encendí una
de esas pequeñas luces expectante.
Esa noche pude descansar algo, de nuevo apareció en
mis sueños.
-¡Maldita zorra! Eres corta hasta para esto ¿tanto
tiempo necesitabas para encender una luz? Vuelve de nuevo mañana o te acordarás
de mí.

Desesperada, me alce, de un soplo extinguí la luz que
encendía para él, lo imagine revolviéndose en su tumba, presto a venir por mí,
aterrorizada y enagenada apagué el resto de luces encendidas murmurando:
-Juan es el culpable.
Esa noche en sueños apareció Juan furioso, tan cerca
que sentía su aliento putrefacto sobre mí.
Alzó su mano sobre mí y... antes de tocarme... decenas de
almas se abalanzaron sobre él (las luces que apagué) dispuestas a recuperar su
luz y enviarle al averno toda la eternidad.
Ese día volvió donde pertenecía:
Al infierno.
Acupuntora, MTC, hipnosis, Dietética y Nutrición.
Redactora en: http://www.enbuenasmanos.com/
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