jueves, 9 de enero de 2014

Adíos

Y ya en el quicio de la puerta, volteó ligeramente la cabeza. Su cabello flotó por unos instantes en el aire y la luz se abrió paso entre ellos, haciéndola parecer majestuosa, segura de sí misma, destacando sus labios rojos, perfectamente difuminados.
Lo hizo por última vez, nunca más volvería a traspasar esta misma puerta y como despedida, esbozando una triste sonrisa, le dijo:

¡Adiós!

Acupuntora, MTC, hipnosis, Dietética y Nutrición.

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