¿Sabes? Te pido perdón.
Por no quererte como mereces.
Por las veces que te hable mal:
- ¿Cómo te pones esa ropa? ¿Cómo te atreves a salir así
vestida?
- No te esfuerces, no mereces la pena.
- No lo hagas, no sirves, no vales, no sabes…
-Estás gorda, eres fea, eres baja, tu pelo no es bonito…
-Mereces estar sola.
- ¿Quién te va a querer?
Te pido perdón por vestir mis palabras ofensivas de
sinceridad.
Por no abrazarte cuando te sentías sola.
Por dejarte en último lugar.
Por no dejar que te apartaras de donde te dañaban.
Por obligarte a sonreír cuando estabas rota por dentro.
Por ser tan dura contigo.
Por no permitirte equivocarte.
Perdón por no escuchar al corazón.
Perdón por crear y creer esa falsa imagen de ti.
Hoy te pido perdón, perdón, perdón, una y otra vez.
Y te digo; que no fallaré, que no apartare la mano, que te
permitiré sanar.
Hoy estoy aprendiendo que el perdón sana, que el amor no
juzga.
Y sé que sin pretenderlo me convertí en maltratadora y juez.
Te pido perdón a ti, que soy yo; ya qué me es más fácil
pedir perdón a los demás que a mí misma
Así pues:
Me perdono.
Estoy aprendiendo, que puedo soltar esta mochila de dudas,
reproches, apegos… que tanto me pesa.
Hoy sé que:
Que merezco.
Que soy.
Que valgo.
Ya no busco mi alma, pues sé que soy ella.
Así que hoy decido perdonarme y disfrutar del camino
sabiendo que cuando vuelva a caer volveré a comenzar.
Acupuntora, MTC, hipnosis, Dietética y Nutrición. |
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