¿Quieres ser feliz y no sabes cómo?
Deja de querer controlar todo a tu alrededor.
Las cosas no siempre salen como queremos y no pasa nada,
solo pasa si esto lo vivimos como una auto-exigencia, pues solo lograremos
enfadarnos y que esto afecte negativamente a nuestras vidas.
Sobre todo, debido a que es imposible controlar todo en esta
vida, hay cosas que escapan a nuestro control y otras que simplemente no
dependen de nosotros.
Así pues, si no dejamos ese sentimiento de control a un lado
solo conseguiremos frustrarnos, sufrir, preocuparnos, angustiarnos, enfadarnos,
culparnos y culpar a los demás…
Y esto al final se puede manifestar con enfermedad, cuando
en la vida solo deseamos ser felices.
¿A qué sí? Si preguntas a 100 personas estoy seguras que
todas quieren serlo, nadie te dirá que quiere ser infeliz; te dirán tal vez:
- “Quiero ser millonario.”
- “Quiero tener el trabajo de mis sueños.”
- “Quiero viajar.”
-Etc.
Al final todo esto en realidad se puede traducir como:
-
“Quiero ser feliz.”
Y cada persona lo expresa de la manera que sabe.
Y seguramente muchas de estas personas se aferren a intentar
controlar todo lo de su alrededor imaginando que así se acercarán a sus metas y
no hay nada más incierto.
Además, es imposible controlar todo porque en la vida hay cosas que están bajo
nuestro control y otras, que simplemente, no podemos controlar porque no
dependen de nosotr@s.
Y si nos empeñamos en controlar lo que no está bajo nuestro control, en lo que
no podemos influir..., estamos condenad@s a la frustración porque lo único que
vamos a conseguir es estar preocupadas, angustiarnos, enfadaros, sentirnos
culpables, juzgar a otros...... y poco vamos a poder hacer realmente porque
escapa de nuestro control.
Por lo tanto, te invito a que, poco a poco, sueltes el querer que todo salga
como tú quieras, suelta expectativas. Una vez lo logres te sorprenderás de tu
nuevo enfoque, descubrirás realmente lo que necesitas y estarás más cerca de la
felicidad verdadera (que seguramente descubras que no es la que tú creías).
Céntrate en lo que realmente te corresponde:
Tus decisiones, tus sentimientos, tus palabras, tus acciones y tu esfuerzo.
Olvida y deshecha lo que no puedes ni debes controlar:
Las decisiones de los demás, los sentimientos de los demás,
las palabras de los demás, las acciones de los demás y el esfuerzo de los
demás.
¿Cómo conseguirlo?
1.
Empieza el día con afirmaciones positivas.
2.
Regálate un tiempo cada día solo para ti.
3.
Pregúntate porque te cuesta delegar.
4.
Pregúntate a qué se debe esta necesidad de
control.
5.
Permítete dudar del número 3 y 4, seguramente
tus respuestas son tipo: si no lo hago yo los demás no saben; es preciso o las
cosas no saldrían bien…
6.
Atrévete a preguntarte qué es lo que pasaría si
tú soltases el control; si tú no estuvieses. Tal vez el resultado no fuese como
te gustaría, pero recuerda que el mundo seguiría girando igual y al final
saldría mejor o peor, pero saldría.
¿Te das cuenta de lo qué desgasta ser así?
Al final si te atreves a soltar el control, te atreves a
confiar en los demás, aprendes a ser más flexible con tus expectativas y
aceptas que los resultados son los mejores que podían ser (sean los que sean)
¿sabes qué lograrás?
Estar a un paso más cerca de la felicidad, de la
tranquilidad, de la confianza, del amor.
Yo creo que vale la pena ¿y tú?
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