miércoles, 7 de junio de 2017

Tratamiento energético mastectomía

Turgentes, grandes, pequeños, caídos, flácidos, estriados, proporcionados, duros, blandos, asimétricos… ¡pechos¡
Si algo retrata la feminidad es el pecho, igual da como sea, todos son hermosos; incluso los ausentes ¡tal vez, estos más! Sus heridas retratan perfectamente a la mujer: ejemplo de superación y supervivencia.
Los pechos no en vano están cerca del corazón pues se identifican con el Anahatha o Chakra del Corazón: amor sin apego, dación sin condiciones.
Cuando a una mujer se le practica una mastectomía con o sin reconstrucción mamaria, siente como parte de su feminidad desaparece.
Un pecho ausente tiene toda la energía del pecho aún cuando no esté presente.
Así pues aunque no esté físicamente si esta de forma energética.
Es normal que muchas mujeres sigan “quejándose” de dolor en el pecho ausente, esto solo es una señal, una llamada de auxilio.
Arte: Arla Patch
Es momento de detenerse y escuchar al cuerpo, de preparar un pequeño altar y una música suave  (mejor si son voces femeninas) con 1 vela rosa o verde, un cuarzo rosa, alguna flor blanca o rosa e incienso de rosa o sándalo.
Una vez preparado nuestro pequeño altar nos cercioraremos que nadie nos moleste en al menos una hora.
Ataviadas con ropa suave, amplia y de colores suaves (sin ropa interior) nos recostaremos en postura fetal y accederemos con nuestras manos a ambos pechos, acariciándoles y mandándoles amor; ahora pon tus manos sobre la herida y/o pecho reconstruido y pasa ambas manos por ella; de forma muy suave, con los ojos cerrados, aprendiendo a reconocer cada milímetro de tu nueva anatomía, hazlo sin juzgar, sin prisa y sobre todo no frenes tus sentimientos: si te apetece sonreír, hazlo; si te apena, llora; si sientes rabia, grita; si sientes miedo, acurrúcate un poco más y protégete…es importante dar rienda suelta a tus sentimientos, sin juzgarlos, sin temerles, no busques respuestas, estas vendrán cuando sea el tiempo.
Cuándo sientas que ya has terminado, vuelve a palpar tu pecho ausente y siéntelo, visualízalo, a la par que reconoces la herida y/o reconstrucción y le dices que la amas. Siéntete como lo que eres: una gran mujer, femenina como todas y sobre todo creadora de vida y de tu propio destino. Recoge el cuarzo rosa y llévalo cerca de ti todo el mes.
Repite esta meditación al menos 6 veces una vez al mes, en luna nueva o decreciente y el día antes de la meditación entierra el cuarzo rosa con amor y sustituyelo por uno nuevo el día de la siguiente meditación.
Acupuntora, MTC, hipnosis, Dietética y Nutrición.

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