Obra seleccionada en
el concurso literario: RECUERDOS 2017 en letras con arte.
Y publicada en la antología
del mismo nombre: Recuerdos
1 GANADOR
4 SEMIFINALISTAS
195 FINALISTAS
1015 ESCRITORES
1 GANADOR
4 SEMIFINALISTAS
195 FINALISTAS
1015 ESCRITORES
¿Ahora, para qué?
Respiro hondo, la suave
brisa acaricia mi piel, las hojas de los árboles susurran en mis oídos y el
café en este parque me sabe a ambrosía.
Con los ojos cerrados,
dejo que el perfume del café embriague mis sentidos y me traslade a la última
vez que estuve aquí, en esta misma mesa sentada, a tu lado.
¡Hace tanto tiempo! Yo
creo que esa chica, que ese día estaba sentada a tu lado no tiene ya nada que
ver conmigo.
Recuerdo esperarte aquí
mismo; emocionada, algo turbada y muy nerviosa.
Llegaste y no me
dejaste hablar. ¡Como siempre lo tuyo era más importante! Depositando tu dedo sobre mis labios dijiste:
-¡Cariño tenías razón,
tienes que seguir en la empresa aunque te trasladen, tu carrera es lo más
importante.
- ¡No te vas a creer lo
que me ha pasado! ¡Acaban de trasladarme a la oficina central! Así pues olvida
todo lo que ayer hablamos, no te ralles y vivamos nuestra carrera, nos sobrará
tiempo para estar juntos y una relación a distancia es factible.
Creo que no pude
esconder mi amargura con mi sonrisa, pero no lo percibiste.
Días después te despedí
en la estación, bajo la promesa incumplida de llamarnos.
-¡Mama, mama, mira como
me tiro del tobogán! Sonrío mientras hago una foto y grito que voy a enviarla a
los abuelos.
Recaigo en mi
ensimismamiento, cuando reapareces ¡siete años después! Estas igual, más
elegante, más interesante…
Ha sido difícil quedar
de nuevo contigo, creo que este silencio no beneficia a nadie, tienes derecho a
saber.
Me das un abrazo y de
nuevo parece que el tiempo se ha detenido, voy a hablar y…vuelves a estacionar
tu dedo sobre mi boca.
-¡Cuánto tiempo! Me
encanta que me llamarás, solo estoy aquí por unos días, me han ascendido a jefe
de planta, viajo un montón y apenas tengo tiempo de visitar a viejos amigos.
¿Viejos amigos? ¡Si
íbamos a casarnos! No cesas de parlotear de lo importante que es tu trabajo, de
lo que vales, de lo que cobras y al final rematas:
-¿Quién iba a decir que
aquel día tomamos la mejor decisión de nuestras vidas? ¡Que poco amueblada
teníamos la cabeza! Aunque los dos sabíamos que lo nuestro nunca fue nada
serio.
Si en siete años no ha
sabido nada ¿Ahora, para qué? Sin dar explicaciones me levanto y acudo al
parque a jugar con mi hijo.
Autora: Rosa Francés Cardona (Izha)
Acupuntora, MTC, hipnosis, Dietética y Nutrición.
Tienda on-line: http://herboristeriaherbasana.es/
Redactora en: http://www.enbuenasmanos.com
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario