Freddie Mercury – “Living On My Own”
A toda pastilla suena en toda la casa, mientras me desnudo
para entrar en la ducha y hago como buenamente puedo mi coreografía cantando
con un micrófono improvisado con el roll-on del desodorante.
Ya dentro de la ducha sigo cantando a todo volumen ”Time Waits
For No One” .
No termino de entender el motivo de la sequia de mi zona,
sobre todo si hay más personas “tan entonadas” como yo, pienso, creo que en voz
alta. El jabón ya cubre mi cuerpo, que no ha dejado de bailar durante el
proceso; de pronto…
-¡Crack,
crack…!
Oigo unos ruidos; estoy sola en casa; nunca haría semejante
coreografía si supiese que hay alguien más en casa. La música sigue a todo
volumen, pero ya no la escucho, estoy asustada, vivo en el campo, no hay vecinos
a media hora alrededor, mi cabeza está a punto de explotar, piensa, piensa,
¿qué hago? ¿A quién llamo? ¿Qué será? No hace ni un mes robaron cerca de casa…
Ya me veo dentro de la ducha, detrás de la cortinilla, una mano blandiendo un
cuchillo e incluso mi mente escucha la música de “Psicosis” de Alfred Hitchcock, incluso veo mi cuerpo
tendido en el suelo de la ducha, el suelo lleno de sangre roja, mascarilla
verde y marrón… ¡Dios mío, que escena tan dantesca! ¡Estoy aterrada!
Salgo de la ducha llena de jabón, casi me resbalo debido a la
incertidumbre que me embarga, mientras mi cabeza no deja de pensar, entro en
modo pánico; siquiera cojo la toalla, salgo desnuda, el cuerpo lleno de jabón,
una mascarilla de arcilla en la cara y una mascarilla de aloe vera y aguacate
(vamos, de color verde) en la cabeza, como arma llevo la escobilla del WC (no
habrá ladrón que se resista a esta arma, debió de pensar mi subconsciente o no sé
qué otra tontería)
¡Bom, bom, bom…! Mi corazón está a punto de estallar. " I
Want To Break Free " suena acompasando mi corazón, me resbalo por el
pasillo de forma grotesca, mientras sigo oyendo el ruido de fondo; la escobilla
la empuño como una espada medieval o similar; el jabón resbala por mi cuerpo
dejando un reguero mojado por donde camino; la arcilla de mi cara se ha secado
seca, dejándome una cara de estatua impasible, a la que el miedo hace que se
desconche poco a poco, casi de forma imperceptible, dándome un aspecto viejuno,
abandonado…; la mascarilla de aloe y aguacate se desparrama por la espalda,
cara… cual extraterrestre gelatinoso; todo ello unido a mi no-cuerpo 10, es
decir excesivamente redondito y bajito.
-¡Crack,
crack…!
Me explota el corazón, ya estoy en la puerta de la cocina
donde escucho el ruido…
-¡Ahhhhhh
te pille, maldito ladrón, he llamado a la policía!
Grito con todas mis fuerzas, blandiendo mi “florete de
plástico” llamado escobilla de WC.
-¡Ahhhhhhhhhhh!
Grita quien está en la cocina, a la par que lanza por el aire
un vaso lleno de agua y un bocadillo; si bien es demasiado tarde, ya tiene en
la boca la escobilla; ya no puedo reaccionar; es tarde para dar marcha atrás;
resbalo sobre él con mis pies descalzos, mi cuerpo desnudo lleno de mascarillas
y… exploto en una risa nerviosa y tonta; es mi marido.
-¿Qué
coño haces? Casi me matas del susto. Le impero.
-¿Yo? Tú,
eres la que casi me meta a mí. Si llevo media hora llamándote y tú con tu
música a tu bola, así que he venido a la cocina a prepararme algo. ¿Por cierto?
¿Qué narices te chorra del pelo? ¿Qué haces así te vas a resfriar?
A la par que caemos ambos al suelo muertos de la risa,
mientras suena “Radio Ga Ga” .
Acupuntora, MTC, hipnosis, Dietética y Nutrición.
Redactora en: http://www.enbuenasmanos.com/
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