Hoy rememorando el pasado recuerdo que:
Pisamos la misma calzada, pero no el mismo polvo.
Olimos el mismo perfume, pero en flores diferentes.
Vimos los mismos árboles, sin embargo respiramos distinto aire.
Oteamos el mismo horizonte, no obstante diferente.
Contemplamos la misma luna ¡esa que desde hace millones de
años es la misma para todos! Y solo hoy
entiendo porque al mirarla aquella noche un atisbo de melancolía entremezclada
con miedo y soledad, hizo que brotaran lágrimas en mis ojos.
Sin saber el motivo, la tristeza me invadió, miraba la luna
como si intuyese que ese momento tú la mirabas; solo que no podía adivinar que
siendo así, una barrera nos separaba:
El tiempo.
¡Maldito invento del hombre!
El sabor salado de la muerte invadió mis pupilas; mi piel se
erizo, pese al calor del verano; olí tu miedo, tu soledad, tu tristeza… Pero no
entendí las señales.
¡Si acaso hubiese sabido…!
¡Hubiese pintado todas las paredes, calzadas, troncos de
árboles, incluso en lo alto de la montaña, hubiese pintado en colores chillones
que estaba contigo, que no estabas solo, que había gente que te quería…!
¡Hubiese gritado que te quería y que te buscaba tan alto que
mi sonido hubiera traspasado la barrera del tiempo, de forma que llegará a ti.
Me tortura saber que coincidimos en el mismo espacio, sin
embargo el tiempo nos separaba. Me tortura saber que intuí tu muerte allí solo,
triste y pensando que nadie te quería.
Te fuiste, te embarcaste en aquel viaje estúpido, en busca de
tu yo y dejaste de lado el nosotros.
Acupuntora, MTC, hipnosis, Dietética y Nutrición.
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