Peleas, stres,
discusiones, jornadas interminables, problemas cotidianos, gente negativa a
nuestro alrededor...
Todo ello provoca que
nuestra Aura se cargue negatividad y esto influye a nuestra salud, no solo a
nivel espiritual, sino también a nivel físico; en nuestro cuerpo se instala un
sentimiento de tristeza, falta de vitalidad, pesadez…
Así pues de vez en
cuando o cuando la notemos cargada
podemos limpiar nuestra Aura.
Para ello necesitaremos un
incienso de alta calidad, hay
algunos específicos, así pues cómpralo en un sitio de confianza, dile para que
lo vas a destinar y déjate aconsejar (salvia, jazmín, romero; siempre
funcionan).
Una vela o velón blanco que encenderemos para atraer energía positiva y
que dejaremos encendido para dar gracias.
¡Ah, perdón, me olvidaba, necesitas
un/a ayudante!
Ponte de pie, con los ojos
cerrados y toma varias respiraciones lentas y pausadas.
Con el incienso ya
humeante tu ayudante empezara a rodearte en el sentido de las agujas del reloj.
Colocándose frente a ti
empezara a pasar el incienso por tu cabeza y empezara con suaves movimientos de
izquierda a derecha a descender hasta llegar a tus pies; ahora repetirá el
proceso pero por la parte de atrás; mientras tu sigues respirando suave y
pausadamente.
Para completar la técnica
dúchate con un jabón de ruda o romero
(se venden en herbolarios,
sino puedes usar las hierbas y frotarlas por tu cuerpo).
Si lo haces cerca de la
noche antes de irte a dormir, amanecerás con un sentimiento de purificación,
energía, tranquilidad y descanso que te sorprenderán.
AUTORA: Rosa Francés Cardona
Acupuntora, MTC, hipnosis, Dietética y Nutrición.
Regente de la Herboristería Herbasana de Canals Valencia.
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